Fue lo que pensó más de uno y las quejas y preguntas no tardaron en llegar al seno de The Document Foundation. Y es que no es extraño que existan aplicaciones cuya edición personal, recortada en funciones, es el gancho para adquirir la edición completa, normalmente dirigida al usuario profesional o a la empresa. Es una práctica habitual en el mundo del software privativo, pero también en el mundo del software libre.
Sin embargo, The Document Foundation reaccionó rápido aclarando algunas cosas, de las cuales la más importante es que «ninguno de los cambios que se evalúan afectará la licencia, la disponibilidad, los usos permitidos y o la funcionalidad. LibreOffice siempre será software libre y nada cambiará para los usuarios finales, desarrolladores y miembros de la comunidad«, aseguraron en un comunicado.
Según lo explican, ‘Personal Edition’ será la edición corriente de LibreOffice y la razón para distinguirla con esa etiqueta es que están trabajando en una ‘Enterprise Edition’ con el foco puesto en centralizar el ecosistema de socios comerciales y los productos y servicios que estos ofrecen. Es decir, en impulsar la adopción empresarial de LibreOffice y rentabilizarla, exponen, para garantizar la sostenibilidad del proyecto.
El plan de marketing de The Document Foundation se detalla en ese informe de Italo Vignoli, miembro fundador de la sociedad y portavoz de la misma y entre sus objetivos están el «aprovechar la fuerza de la marca LibreOffice» y «encontrar el equilibrio adecuado entre el producto gratuito y el producto con soporte empresarial«. También se hace hincapié en -tanto en el documento como en el resto de comunicaciones oficiales acerca de este asunto- que la transparencia del proceso y contar con el apoyo mayoritario de la comunidad como requisitos.
Así, parece que será lo que parecía, valga la redundancia. Lo dicho: LibreOffice es cada vez más popular en la empresa, ámbito en el que el soporte profesional ofrece una oportunidad de negocio destacada, cada vez hay más compañías que ofrecen estos servicios en torno a la suite… y en The Document Foundation quieren su parte. Todo correcto, en principio. Porque en final todavía no se sabe lo que va a pasar ni cómo se va a desarrollar todo.
La dirección de The Document Foundation se reunirá este viernes para tomar una decisión al respecto o retrasarla hasta que LibreOffice 7.1 vea la luz, pues el calendario de lanzamiento de LibreOffice 7.0 se está agotando y más allá de la semana que viene no se podrán implementar cambios como el que se plantea.
En cualquier caso, se termine aprobando o no, hasta que no se ponga en marcha no se verá si la estrategia, pensada para aplicarse durante los próximos cinco años, les funciona.
Fuente : muylinux
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