Ya he contado en alguna ocasión que no comparto la filosofía de Stallman -y no quiero iniciar un flame wars, que ese tema está muy gastado-, pero aunque no tenga necesariamente nada que ver con el mensaje, la verdad es que la imagen que da Stallman en sus conferencias no ayuda a que gane carisma.
Es algo que por ejemplo Apple cuida a la perfección: Steve Jobs es -a pesar de sus ideas y su fijación por controlar el ecosistema Apple- un verdadero genio empresarial, y no solo cuida sus productos: también mima al máximo sus mensajes, la forma en que los da y su propia apariencia, que todos conocemos y que sin duda sí que apoya a su carisma como uno de los líderes tecnológicos desde hace años.
En el otro extremo tenemos a Ballmer, CEO de Microsoft y que como ocurre en el caso de Stallman, no tiene una imagen que ayude a reforzar su carisma. De hecho, no solo falla la imagen, sino también la forma de dar el mensaje: todos hemos visto a Steve Ballmer hacer el payasete en el escenario, y eso ha dejado una impronta en el concepto que los usuarios -sean windowseros o no- tienen de este directivo, que debería tratar de cuidar mucho más este aspecto.
En el mundo Linux tenemos también un par de ejemplos que salvan la papeleta: el primero es Linus Torvalds, mucho más comedido en sus apariciones -aunque algunos de sus mensajes hayan sido también polémicos- y que al menos tiene esa imagen (en mi opinión) de líder “sereno”. Pero creo que el que está ganando muchos puntos en este terreno es Mark Shuttleworth, quien a pesar de tener tanto admiradores como detractores está cuidando su mensaje, la forma en que lo da y sus apariciones para reforzar un carisma que de momento parece innegable.
Fuente: muylinux.com
- Visto: 611