Lo creas o no, el universo del código abierto es apto para el juego en serio. Atrás quedaron los días en que Windows era la única opción para los jugadores de PC. Con opciones como Wine y Proton, o incluso ejecutando títulos nativos, los usuarios de Linux pueden unirse a la diversión. Pero, ¿qué distribución es la mejor para jugar?
Al igual que en prácticamente todos los casos de uso, las distribuciones Linux para jugadores son variadas y responden a diferentes necesidades. A continuación, hemos enumerado algunas de las mejores distribuciones Linux para jugar a tus juegos favoritos.
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¿Es Linux bueno para jugar?
La respuesta es sencilla: sí, ¡y mucho! En general, se considera que los sistemas Linux consumen menos recursos que Windows, por lo que los juegos a los que vas a jugar utilizan más potencia del ordenador. Y, como las distribuciones Linux para juegos son muy personalizables, es posible que consigas un sistema ajustado desde el primer momento.
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¿Qué juegos funcionan con Linux?
En pocas palabras, casi todos los juegos que funcionan en Windows. Si un título no está hecho nativamente para Linux, hay muchas posibilidades de que puedas ejecutarlo usando Proton, una aplicación que "traduce" el juego entre la versión original de Windows y una que se ejecuta en Linux. ProtonDB es un repositorio colaborativo que te ayuda a averiguar cómo es la experiencia de un juego concreto en Linux.
Las mejores distribuciones Linux para juegos
Qué distribución es la mejor para ti varía en función de si quieres ejecutar juegos de última generación, emuladores de 16 bits, o cualquier cosa intermedia. Siempre hay dos cuestiones a tener en cuenta: lo ligera que es una distro y lo bien que maneja hardware como las tarjetas gráficas.
Las mejores distribuciones Linux para jugadores hardcore: Garuda y Kubuntu.
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Garuda se toma en serio el lema "Linux para juegos". No solo tiene un núcleo optimizado para hardware de alto rendimiento, sino que esta distro incluso ofrece (entre otras cosas) instalar aplicaciones orientadas a los juegos, como Steam y OpenRGB, durante su configuración inicial.
Kubuntu utiliza un enfoque diferente. No se centra en los juegos, pero utiliza KDE, un entorno de escritorio muy personalizable y eficaz, sobre Ubuntu, la distribución Linux más popular. Esta combinación significa que tendrás más posibilidades de obtener soporte oficial para el hardware y una enorme comunidad de usuarios que te ayudará con tus preguntas y a solucionar problemas, todo ello sin que tu hardware se resienta.
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Sin embargo, hay una desventaja significativa en Kubuntu. Como en todas las versiones de Ubuntu, sus aplicaciones vienen por defecto como algo llamado paquetes Snap. Canonical (el mantenedor de Ubuntu) argumenta que son más seguros que los paquetes DEB normales, pero la compatibilidad reducida es una queja común entre los usuarios, y no es que las distribuciones de Linux sean particularmente conocidas por ser inseguras, de todos modos.
Para evitarte problemas, puedes considerar el uso de aplicaciones Flatpak. Tienen una configuración inicial un poco complicada, pero después de eso, son más fáciles de instalar que los paquetes DEB y tienen muchos menos problemas que Snap.
Buena distribución Linux para juegos con soporte de hardware: Pop!_OS
Aunque Pop!_OS no sea tan popular como otras distribuciones, tiene la ventaja de ser mantenida por System76, una empresa que fabrica ordenadores basados en Linux. Y no sólo eso, la gama de System76 abarca desde productos básicos hasta modelos de gama alta, que también son muy adecuados para los juegos.
Puedes instalar Pop!_OS en máquinas que no hayan sido fabricadas por System76 -es Linux, recuerda, así que no hay ataduras. Sin embargo, la compatibilidad del hardware no estará 100% asegurada como con los ordenadores comprados a la compañía.
Distros Linux para juegos retro y emulación: Batocera, Lakka y RetroPie
Puede que no quieras regalarte una máquina recreativa de tamaño real, pero eso no significa que no puedas jugar a los juegos clásicos de tu infancia. Batocera, Lakka y RetroPie son algunos ejemplos de distribuciones Linux especialmente diseñadas para juegos retro y emulación.
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La interfaz de Batocera rinde homenaje a las consolas de los años 80 y 90, aunque hay temas para todos los gustos. Lakka apuesta por un aspecto más minimalista, algo así como el CellOS de PS3 pero con el diseño Material de Android.
RetroPie utiliza un menú más sencillo, basado en texto, que funciona bien en pantallas grandes pero es especialmente adecuado para pantallas pequeñas, como las de las consolas portátiles. Teniendo en cuenta que está hecho principalmente para Raspberry Pis, eso puede ser incluso un incentivo para un proyecto DIY.
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En común, las tres cuentan con un montón de emuladores fuera de la caja, por lo que todo lo que tienes que hacer es cargar tus ROMs y jugar. Al ser distros orientadas a la emulación, también presentan una gran compatibilidad con los mejores mandos.
Distribución de juegos versátil para quienes vienen de Windows: Linux Mint
Linux Mint tiene dos características muy importantes. En primer lugar, tiene versiones con unos cuantos entornos de escritorio fácilmente disponibles para su descarga, a diferencia de Ubuntu, que favorece a GNOME aunque admite otros entornos. La segunda es que los tres principales entornos de escritorio -Cinnamon, MATE y Xfce- se parecen mucho a Windows, por lo que Mint te lo pone fácil si estás haciendo la transición desde el sistema de Microsoft.
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Renueva tus juegos con las distribuciones Linux
No es que Windows sea insoportable, pero puede que no le guste a todo el mundo. Sin embargo, si lo único que le impide pasarse a Linux es la facilidad para jugar a sus juegos favoritos, una distribución de juegos puede ser exactamente lo que necesita para dar el salto.