Desde su lanzamiento en 1993, el clásico juego Doom se ha convertido en un referente en proyectos de ciencia de la computación. A lo largo de los años, numerosos investigadores han intentado ejecutar Doom en hardware inusual, como tostadoras y máquinas de espresso, utilizando siempre el código original del juego. Sin embargo, un reciente avance en inteligencia artificial ha logrado recrear Doom sin necesidad de utilizar su código o gráficos, lo que sugiere un futuro en el que la IA generativa podría crear videojuegos desde cero.
Una red neuronal ha logrado recrear el clásico juego de computadora Doom sin utilizar su código original ni sus gráficos, lo que indica que la IA generativa podría usarse para crear juegos desde cero en el futuro. Este modelo de IA, llamado GameNGen, fue desarrollado por Dani Valevski de Google Research y su equipo. Aunque los investigadores declinaron hablar con New Scientist, su estudio revela que la IA puede reproducir el juego por hasta 20 segundos, manteniendo todas las características originales, como puntuaciones, niveles de munición y diseños de mapas.
Desarrollo del Modelo GameNGen
El modelo GameNGen fue creado para interactuar con Doom de la misma manera que lo haría un ser humano. Primero, se entrenó a una red neuronal para aprender a jugar el juego repetidamente. Luego, un segundo modelo de IA, basado en el generador de imágenes Stable Diffusion, aprendió cómo millones de entradas generaban cambios en el estado del juego.
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Este segundo modelo, en esencia, se convirtió en una copia del juego, con todo el conocimiento, reglas e instrucciones codificadas en la red de neuronas artificiales de su propia arquitectura. En pruebas, los jugadores humanos apenas podían distinguir entre clips cortos del juego original y clips de la simulación generada por la IA.
Implicaciones para el Futuro del Desarrollo de Videojuegos
Los creadores de GameNGen afirman en su estudio que esto es una prueba de concepto para la creación de juegos por medio de redes neuronales, en lugar de escribir líneas de código. Sugieren que los juegos podrían generarse a partir de descripciones de texto o arte conceptual, lo que podría reducir los costos de producción en comparación con el uso de programadores humanos.
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Andrew Rogoyski, de la Universidad de Surrey, en el Reino Unido, considera que la idea de utilizar una red neuronal para "alucinar" un entorno de juego y las interacciones humanas con él es un avance interesante, pero no cree que reemplace a los diseñadores de videojuegos humanos. Según Rogoyski, las estudios de videojuegos poseen la imaginación y las habilidades necesarias para crear mundos complejos, comprender la jugabilidad y atraer a los jugadores en una historia, algo que, por ahora y en el futuro previsible, seguirá siendo mayoritariamente una labor humana.
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El desarrollo de GameNGen muestra el potencial de las redes neuronales en la creación de videojuegos, abriendo nuevas posibilidades en el diseño y la producción. Sin embargo, aunque la IA puede replicar juegos existentes, la creatividad y la capacidad de diseñar experiencias de juego atractivas seguirán siendo, en gran medida, un dominio humano. El equilibrio entre tecnología y creatividad humana será clave en la evolución futura de la industria del videojuego.
