Hay quien piensan que desarrollar en la nube significa que el conjunto de instrucciones no importa. Desarrollar en casa, desplegar en la nube. Tonterías. Si desarrollas en x86, entonces querrás implementarlo en x86, porque podrás ejecutar lo que pruebas en casa (y por casa no quiero decir literalmente en tu casa, sino en tu entorno de trabajo), comenta. Lo cual significa que no te importará pagar un poco más por el alojamiento x86 en la nube, simplemente porque coincide con lo que puede probar en tu propia configuración local, y los errores que encuentres se traducirán mejor.
Esto es cierto incluso si lo que más haces es algo aparentemente multiplataforma, como simplemente ejecutar scripts de Perl o lo que sea. Simplemente porque querrás tener un entorno lo más similar posible, lo que a su vez significa que los proveedores de la nube terminarán ganando más dinero con x86 y lo priorizarán, y cualquier oferta de ARM será secundaria, matiza.
Así, para Torvalds la principal desventaja de ARM frente a x86 se centra en la familiaridad del entorno: ¿realmente no entendéis por qué x86 se hizo con el mercado de servidores.
No fue solo por el precio. Fue, literalmente, por el problema de desarrollar en casa. Miles de pequeñas empresas terminaron teniendo pequeñas cargas de trabajo internas para las que era fácil obtener un simple ordenador en el que ejecutar algo. Luego, a medida que la carga de trabajo se expandió, se convirtió en un servidor real. Y después, una vez que eso se expandió, tuvo sentido dejar que alguien más administre el hardware y el alojamiento, y la nube se hizo cargo.
¿De verdad no entendéis? No es ciencia espacial. No es una historia inventada. Esto es, literalmente, lo que sucedió, y lo que eliminó a todos los proveedores de RISC y convirtió a x86 en el rey indiscutible de los servidores. Algo que sonaba completamente ficticio hace un par de décadas, sostiene; y apunta al problema: Sin una plataforma de desarrollo, ARM nunca lo logrará en el espacio de servidor. Tratar de vender un modelo de hipersescala de 64 bits es estúpido, cuando no tienes clientes y no tienes cargas de trabajo porque nunca vendiste un ordenador que lo iniciase todo en primer lugar.
Y sigue, pero dando vueltas en torno al mismo concepto. Incluso alude a la ventaja de precio de ARM frente a x86, y como esta nunca se trasladará al segmento servidores, una pescadilla que se muerde la cola puesto que si la demanda es menor, el precio se incrementa, y quien viene de desarrollar en x86 sin duda está dispuesto a pagar un poco más porque no le cambien el entorno. Lo que no deja absolutamente ninguna ventaja real para ARM. Es economía básica, remata Torvalds.
Y por cierto, llamar a esto una mentalidad unixoid es simplemente mostrar la desconexión total de la realidad que tienes y lo estúpido de tu argumento. Unix perdió. Sí, vive en la forma de Linux, pero Unix perdió no solo por Linux, sino por Windows. De hecho, podría decirse que primero perdió ante Windows. ¿Por qué? La misma razón, solo que en el lado del software.
Y sigue, pero matizando sobre los mismos argumentos. No obstante, es interesante que una de las voces más relevantes del mundo tecnológico sea tan conciso en su postura, porque en un momento en el que la industria está empujando ARM para todo, va a ser cuestión de ver quién acierta. No te pierdas la discusión completa.
fuente:.muylinux.com
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