Canaima GNU/Linux debe resistir la tentación de incluir esos programas en su distribución base y en sus versiones posteriores.
Especialmente, se debe evitar a toda costa incluirlos como si fuesen normales y aceptables, pues esto es legitimarlos y aceptarlos sumisamente, sin planes reales ni intenciones explícitas para evitar la dependencia. Ya existen marcos legales que exigirán que las computadoras compradas o producidas por el estado venezolano sean capaces de funcionar con Canaima GNU/Linux. Si Canaima GNU/Linux incluye controladores privativos, será aceptar la compra de mucho más hardware que requiera Software Privativo para funcionar, imposibilitando el logro de nuestra soñada Soberanía Tecnológica.
Si una institución, para el hardware ya adquirido, necesita partes privativas para poder usar estos dispositivos, entonces tendrá que invocar estas partes, opcionalmente y con la notificación en los documentos que se generen en el proceso, tal como establece el Decreto Presidencial 3390. El Software Privativo es un problema, y no ofrecer resistencia es perder muchos logros ya obtenidos.
Aceptar el Software Privativo es hacer que instituciones enteras dependan de la voluntad de una empresa o un pequeño grupo de personas. Es seguir en el modelo Privativo.
Si se agrega Software Privativo a Canaima GNU/Linux, esperamos que no sea con la consciente aceptación del proyecto, sino con el pesar y la conciencia de perder Soberanía Tecnológica, privándonos informáticamente de nuestra libertad de aprender y poder hacer mejoras en esas tecnologías. Además, muchas veces nada puede hacerse con ellas sin la aprobación y beneplácito de los desarrolladores de esas partes privativas.
Usar Software Privativo (en las cantidades que sean) pone en riesgo la estabilidad y operatividad de cualquier sistema, incluyendo los de defensa. Un pequeñísimo programa privativo puede muy fácilmente espiar, borrar o copiar información sin que el usuario pueda saberlo.
Finalmente, sobre “libertad” de poder escoger Software Libre o Software Privativo para poder ser libre: es posible aceptar que otro controle tu computadora. Es usual ver quienes están de acuerdo en que otra persona decida en sus computadoras, le haga espionaje o le prohíba algunas funciones, además de la negación de estudiar y mejorar su software, por supuesto. Es verdad que pueden escoger usar Software Privativo. Sabemos eso y lo entendemos, aunque con mucho pesar, puesto que es una lástima que alguien quiera escoger esa opción. Lo que hacemos al respecto no es forzarlo ni obligarlo a rechazar el Software Privativo: notificamos que ejerciendo esta acción (que no es una libertad ni de hecho ni de derecho) se pierden muchas libertades de las de verdad verdad, de las que afectan a países y pueblos enteros.
Referencia: http://www.gobiernoenlinea.ve/docMgr/sharedfiles/Decreto3390.pdf
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