¡Pero no es así! Existen una gran variedad de herramientas que permiten al usuario sin experiencia adentrarse en el software libre, sólo tiene que tener un poco de paciencia.
CLASIFIQUE EL SOFTWARE
Lo primero, antes de proclamar a todos los vientos su decisión de cambiar a software libre, es investigar un poco al respecto. Los beneficios que puede obtener –como ahorro de costos de licencia, libertad de elección y la prolongación de la vida útil de su equipo– bien lo valen.
Recuerde que una de las suites más populares del mundo del software libre es OpenOffice, un proyecto que brinda aplicaciones de informática muy poderosas y con casi todas las mismas funcionalidades que el Office de Microsoft. Además es capaz de leer los archivos creados en esta popular aplicación. Por experiencia propia podemos aventurar que más del 90 por ciento de los usuarios podrán utilizar OpenOffice, sin mayores inconvenientes que alguna pérdida de formato en los documentos, pero existe un 10 por ciento que tendrá que pensar muy bien su decisión, en especial los que trabajan con complicadas hojas de cálculo, o que deben procesar documentos de Word con formatos muy precisos. Otro grupo, quizás se vea obligado a permanecer usando Office si en su empresa hay programas que interactúen con la suite de Microsoft, a nivel de programación.
Para lo demás, haga una lista de las aplicaciones que usa diariamente y ordénelas según la importancia que tienen para usted, de la más importante a la menos relevante. Una vez hecho esto diríjase a la Internet y comience a buscar. Si una aplicación, digamos Photoshop, es vital para usted, lea las revisiones realizadas por terceros para saber si la alternativa en software libre hace todo lo que usted necesita. La búsqueda por “Photoshop software libre” arrojó cientos de miles de páginas y las primeras apuntan todas hacia GIMP, el reemplazo de software libre para Photoshop. Repita este proceso con todas las aplicaciones que sean fundamentales para usted.
COMPRUEBE SU HARDWARE Y PRUEBE EL SISTEMA
Generalmente Linux es menos exigente que Windows con el hardware, pero con tantos dispositivos que existen, hay algunos que no cuentan aún con manejadores para Linux. Una buena forma de chequear el funcionamiento de su hardware, y de paso ir aprendiendo sobre el sistema, es utilizar algunas de las distribuciones de Linux “en vivo”, que funcionan con sólo arrancar su PC desde un CD, DVD o memoria USB, sin tener que instalar nada, y sin dañar ni cambiar su configuración actual. Estas instalaciones utilizan la memoria RAM para copiar el sistema operativo y crear un disco virtual –que almacena lo que hace el usuario mientras dura la sesión.
También son muy utilizadas por algunos técnicos para lograr acceso a archivos en discos duros donde el sistema operativo original se dañó y no permite arrancar el sistema. Algunas instalaciones de este tipo incluyen una opción para instalar –esta vez de manera permanente– a Linux en su PC si usted como usuario se siente confortable con el nuevo sistema. Algunas de las distribuciones que tienen versiones “en vivo” son: Suse, Gnoppix, Knoppix, Gentoo, Slax, centOS y Ubuntu.
Para descargarlas sólo coloque el nombre de la distribución y el término “Live CD” en su buscador favorito de Internet.
-Por Alcides León
Fuente: pcwla.com
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