La IA de Github ha sido entrenada con variedades de código bajo licencia GPL. Una licencia que permite códigos derivados, pero donde estos deben ofrecerse bajo las mismas condiciones. Esto ha provocado que algunos desarrolladores hayan mostrado su malestar ya que GitHub esté aprovechando el código de otros programadores en su beneficio.
¿Protegen las leyes del copyright esta práctica? ¿Pueden los programadores evitar que su código sea utilizado por GitHub Copilot o incluso reclamar? Ante estas preguntas existen distintas posiciones. Repasamos cuál es la posición de algunos expertos, qué dicen las leyes de derechos de autor sobre este uso de la IA y qué opciones tienen los programadores.
El código copyleft está pensado para ser reutilizado
Si todo el código fuera privativo, GitHub Copilot no habría tenido material con el que entrenarse y poder ayudar al resto de programadores. Afortunadamente, Github es una plataforma con millones de líneas de código. Un material que ha permitido crear esta IA capaz de generar bloques de código simplemente indicándole algunos parámetros.
Mientras el uso del código ha generado algunas críticas, también hay voces como la de Julia Reda, única representante del Partido Pirata en el Parlamento Europeo. La diputada argumenta que mientras que una corporación como Microsoft utilice código abierto para su interés, evitar este uso iría en contra de la propia concepción del copyleft y acabaría provocando leyes del copyright más estrictas.
Que la IA genere fragmentos de código no implica necesariamente que se haya generado un trabajo derivado y por tanto cubierto por las leyes de propiedad intelectual. Aquí está precisamente la línea gris; el debate de hasta qué punto el código que genera la IA es simplemente una "referencia" o un "extracto" y hasta qué punto es un trabajo nuevo y original.
Las leyes del copyright existen para las "obras" creadas por una persona. Según explica la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI): "las obras creativas gozan de la protección del derecho de autor si son originales, teniendo en cuenta que la mayor parte de las definiciones de originalidad requieren un autor humano". De hecho, en la legislación española, únicamente las personas y no las máquinas pueden ser considerados autores, según lo describe el artículo 1 del Real Decreto Ley 1/1996.
Más allá de la legislación actual, el debate también se establece en observar hasta qué punto el código original ha sido reestructurado para crear las nuevas piezas de código solicitadas por quienes utilicen GitHub Copilot. Sergio Carrasco, jurista de Fase Consulting, apunta que para ver si se trata de una obra derivada deberíamos "ver cómo funciona la IA, cómo reformula o transforma la obra, cómo aprende y crea los nuevos elementos y se basa en patrones que ve que funcionan. Habría que ver caso por caso y las excepciones aplicables".
El uso de la inteligencia artificial y los derechos de autor es actualmente materia de debate en el seno de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. El ejemplo de GitHub Copilot no es sino un capítulo más de un debate al que de momento no se han llegado a conclusiones.
"Quienes argumentan que la producción de GitHub Copilot es un trabajo derivado de los datos de entrenamiento esperan que esa producción se publique bajo la misma licencia GPL. Pero el efecto secundario de tal extensión de los derechos de autor sería que todos los demás contenidos generados por una IA también estarían protegidos por derechos de autor", explica Julia Reda.
De aplicarse esa visión, podría generarse un efecto contraproducente donde, pese a que inicialmente sería para proteger la licencia copyleft, podría derivar en la aplicación de las leyes del copyright de manera demasiado estricta para trabajos generados con IA.