Windows es la gran llave del negocio multimillonario llamado Microsoft, cuyo fundador y presidente, Bill Gates, tiene la envidiable reputación de ser el hombre más rico de la tierra, con una fortuna de US$46.600 millones. Este gigantesco monopolio de facto, sin embargo, está siendo amenazado por el crecimiento de Linux, un sistema operativo alternativo, que se vende a precios bajos y que no es producido por ninguna gran corporación, pero que cuenta con el respaldo de casi toda la industria informática. El crecimiento de Linux en el mundo es tan fuerte que en los próximos años podríamos presenciar una guerra comercial de escala mundial, algo así como la "Guerra de las Colas", pero sin el ambiente de tómbola de los comerciales. En juego hay mucho dinero. Solo en el 2003, de acuerdo con la consultora IDC, el mundo gastó US$19.500 millones en sistemas operativos.
EL OTRO GATES
La historia de Linux empieza en Finlandia, allá por 1991. Linus Torvalds, su creador, nunca tuvo ni remotamente la ambición de construir un programa que compitiera con Windows. Era solo un estudiante de 19 años que quería correr Unix, un sistema operativo especializado en servidores, en su PC, y "como hobby" empezó a modificarlo y acabó creando un sistema operativo propio: Linux. Torvalds pensó que, después de todo, había hecho algo importante, y empezó a incorporar más gente a su proyecto. Al final, Linux acabó convirtiéndose en el proyecto colaborativo más grande de la historia del software. Aunque durante algunos años Linux no pasó de ser un sistema operativo usado únicamente por afanosos que deseaban tener un mayor control sobre su propia PC de lo que les permitía Windows, a mediados de los 90, Linux salta de su aislamiento cuando varias empresas -Red Hat, en EEUU; SuSE, en Alemania; Conectiva, en Brasil; entre muchas otras- empezaron a a producir versiones comerciales (llamadas "distribuciones") para servidores. Cabe señalar que a estas empresas, Linux no les cuesta nada, pues gracias a la licencia pública bajo la cual se halla registrado (GPL, general public license), cualquier hijo de vecino tiene derecho a copiarlo gratuitamente, a modificar su código fuente y a redistribuirlo como le parezca. Así, dichas empresas venden el sistema operativo (cada una con sus propias versiones) a un precio por debajo del de sus competidores y viven básicamente de los servicios que se generan alrededor. En el Perú, el 95% del negocio Linux viene de servicios de mantenimiento y soporte y solo 5% de la venta de licencias.
Para 1997, Linux ya tenía el 17% del mercado de sistemas operativos para servidores en el mundo. Un año más tarde, 24% y el 2001, 27%, según Gartner Group. En el Perú, según la consultora IDC, la presencia de Linux en el mercado de servidores llega a 18,5%, ocupando el segundo lugar luego de Windows, que tiene 67,8%. Además, el mismo estudio revela que el Perú ostenta el índice de mayor penetración en servidores Linux de toda la región, con el 14%. Empresas como TIM, Luz del Sur y América Televisión han migrado parte de sus programas a Linux y son clientes de Red Hat.
Esto es todavía más destacables si se tiene en cuenta que el proceso de adquisición de Linux se produce, según la empresa peruana Dominio Consultores, en un contexto de crecimiento del mercado peruano de sistemas operativos, fruto del ligero aumento en los presupuestos de inversión en tecnología. En general, el mercado total de tecnologías de la información, que en el 2003 fue de US$559 millones, se proyecta alcanzar los US$580 millones al término del 2004.
EL DESAFÍO DEL ESCRITORIO
A pesar de todo, la presencia de Linux en el mercado de sistemas operativos para usuario final o PC de escritorio es mínima. El 2002, el último año para el que existen cifras confiables, estaba en apenas 2,6% (frente al 93% de Windows). IDC informa que en el Perú, por ejemplo, un 37.4% de empresas está evaluando su uso y el 10,1% de ellas afirma haber hecho ya una implementación. Pero la principal razón de su escasa penetración en usuarios finales es lo poco amigable de su presentación, algo que no importa mucho a los técnicos que manejan servidores en las empresas, pero que resulta crucial para la gente que ha usado toda su vida Windows. Pero ahora todo el mundo en el planeta Linux parece pensar que ya es hora del abordaje. A principios de año, el propio Torvalds, que normalmente gusta de mantener un perfil bajo, declaró que creía que "este era el año de Linux en el escritorio". En marzo, Novell, una empresa especializada en redes y que acaba de comprar SuSE (otra de las empresas de distribución de Linux más grandes del mundo), anunció el lanzamiento de su versión para escritorio, y en agosto, Red Hat, el mayor vendedor de Linux del mundo, hizo lo propio.
¿Y MICROSOFT, QUÉ?
La empresa de Redmont, Washington, ha montado, por primera vez, una campaña mundial de publicidad dirigida abiertamente a confrontar al sistema operativo del pingüino. Se llama 'Get the facts' (algo así como 'Busca los hechos'), y básicamente señala que trabajar con Linux es más caro que con Windows, pues el costo total de propiedad (TCO), si se toman en cuenta el mantenimiento y otros costos, es a largo plazo menor en Windows que en Linux. Microsoft basa esta afirmación en estudios que encontraron que los costos totales de Linux pueden ser entre 5% y 20% más altos.
Pero Microsoft también está respondiendo de una manera más proactiva en el Perú y el mundo, flexibilizando enormemente sus políticas de licenciamiento de servidores, por ejemplo, o lanzando versiones especiales para Pyme; ofreciendo paquetes diferenciados para estudiantes y entidades de gobierno en licencias para escritorio; y emprendiendo, en general, diversas estrategias dirigidas a cada sector. Claro, los funcionarios de Microsoft niegan que las estrategias respondan a la presión que Linux ha traído al mercado, y señalan que la innovación siempre ha sido su principal estrategia.
No conocemos de ningún estudio que mida el TCO de ambos sistemas operativos en el Perú, pero según IDC, el 98,5% de las empresas locales que implementaron Linux en el país estaban "satisfechas" o "muy satisfechas" y, en general, la percepción de que Linux es más barato prevalece. Un estudio de Dominio Consultores encontró que en el Perú los bajos costos son el principal motivo para migrar , seguido por la 'performance', la estabilidad y la seguridad. Por si fuera poco, Microsoft también recibe la presión cada vez mayor de gobiernos que optan por migrar sus sistemas a Linux, o incluso de promulgar leyes que hagan su uso prioritario u obligatorio para el sector público. El caso de Brasil es notable. Su gobierno declaró en diciembre pasado que sería el primero en homologar la licencia pública GPL, dando así vía libre a la adopción masiva de Linux. En el Perú hubo un intento similar hace un par de años, pero no prosperó. Sin embargo, varias entidades del sector publico están caminando por su cuenta. Prompyme, por ejemplo, sostiene que al migrar todos sus sistemas a Linux y a otros sistemas de fuente abierta, ahorró no menos de US$40,000 en licencias.
LA COMPETENCIA ES BUENA
Si el sistema operativo del pingüino ha hecho una importante entrada en el mundo de los servidores, es porque está dominado por los técnicos e ingenieros de sistemas. Pero el escritorio del usuario final es otro terreno. ¿Qué posibilidades reales tiene Linux de vencer ? Eso va a depender de dos factores: del respaldo que reciban de la industria, y de su propia capacidad de generar un producto que presente ventajas sobre Windows. De momento, Linux no tiene una clara ventaja. Aunque sus defensores digan que es incomparablemente más barato, varios analistas coinciden con Microsoft en que su costo a largo plazo es mayor. Y a su presentación quizá todavía le falten algunos años para compararse con Windows. Sin embargo, a su favor tiene una reconocida robustez -después de todo, solo se conocen 40 virus que afectan a Linux, frente a los 60,000 que pueden afectar a Windows- y el espaldarazo de la industria, sobre todo desde que IBM anunciara en el 2001 su compromiso de invertir US$1.000 millones en desarrollar su negocio Linux. Otros gigantes como Oracle, HP, Dell, Compaq e Intel son también compatibles con el pingüino. La competencia siempre es buena, sobre todo para el usuario. Fe de ello son las declaraciones de algunos fieles de Windows que dicen mantener alguna que otra PC con Linux solo para obtener mejores resultados en sus negociaciones con Microsoft. Viveza criolla o no, el usuario solo tiene oportunidad de plantear sus propias estrategias en un ambiente competitivo.
Fuente: http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2004-10-10/impEconomia0204546.html