Además, da una mayor seguridad a los enfermos, ya que se les puede explicar más detalladamente el procedimiento. Uno de los proyectos de impresión 3D es el impulsado por el grupo de ingenieros de la Subdirección de Salud Tecnolab de Jaén. Está encabezado por el ingeniero Carlos Ilia Herraiz Montalvo, en colaboración con especialistas de Cirugía Torácica del Complejo Hospitalario de Jaén y del Hospital Regional Universitario Carlos Haya de Málaga. Estos profesionales han desarrollado modelos físicos en 3D que permiten personalizar las intervenciones quirúrgicas que se realizan a los pacientes de las provincias de Jaén y Málaga. Desde el inicio de este proyecto en el 2017, esta tecnología se ha empleado en unas 200 intervenciones y en múltiples especialidades: cirugía torácica, cirugía general, cirugía maxilofacial, neurocirugía, traumatología y cirugía pediátrica. Los modelos más numerosos son los de venas y arterias, empleados para las intervenciones de cáncer de pulmón, ya que estas estructuras vasculares son las que más dificultades presentan. También se han desarrollado para lesiones óseas, bronquios y laringe.
El doctor Giraldo explicó en el congreso de SEPAR que «la impresión en 3D de estos prototipos aporta una optimización de los recursos, siendo muchos los beneficios personales y profesionales, a un bajo coste, que se consiguen con el empleo de impresora 3D de uso doméstico, materiales biodegradables y el uso de software libre».Para conseguir estos modelos es necesario que la persona se someta a una exploración radiológica y a una tomografía. A partir de ahí un equipo de ingenieros, cirujanos y radiólogos analizan el área a replicar. Los ingenieros diseñan un primer prototipo digital y, si este se verifica y se ajusta a los parámetros esperados por los médicos, se imprime y se vuelve a revisar. En la cirugía se contrasta el arquetipo con la realidad, lo que permite un proceso de retroalimentación y de mejora continua de los modelos. Hay pocos hospitales en el mundo que estén usando estos avances y, por el momento, no hay ninguno en Galicia.
Sin embargo, Giraldo Ospina destacó en Santiago que cada vez son más las especialidades que demandan este servicio. Según él, además de ayudar a los médicos, es útil para explicarles a los enfermos la patología y cuál va a ser el procedimiento, mejorando la comunicación médico-profesional. Incluso puede usarse para formar a estudiantes y a profesionales.«Estos prototipos han sido el primer eslabón para desarrollar nuevas tecnologías de realidad virtual o mixta y de inteligencia artificial, para cirugía torácica. Hoy, la impresión de los modelos en 3D es el presente», auguró el doctor Giraldo.
Fuente: lavozdegalicia.es
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