La carrera por desarrollar tecnología de inteligencia artificial (IA) ha llevado a gigantes como OpenAI a buscar maneras de optimizar sus recursos. Una revelación reciente destaca cómo OpenAI consideró adquirir Cerebras, una empresa especializada en hardware para IA, en un intento por reducir su dependencia de Nvidia y fortalecer su capacidad tecnológica. Esta estrategia, planteada en 2017, forma parte de una historia más amplia de cómo OpenAI busca revolucionar el mundo de la IA.
Antecedentes
Cerebras, fundada en 2016 y con sede en Sunnyvale, California, desarrolla hardware especializado para ejecutar y entrenar modelos de IA. La empresa asegura que sus chips son más rápidos y eficientes que las ofertas líderes de Nvidia. Por su parte, OpenAI, fundada en 2015, enfrentaba el desafío de reducir costos operativos y acelerar el desarrollo de modelos avanzados de IA. En ese contexto, adquirir una empresa como Cerebras parecía una solución atractiva.
La Consideración de Adquirir Cerebras
Documentos legales recientes, surgidos en el marco de una demanda de Elon Musk contra OpenAI, revelan que en 2017 se discutió internamente la posibilidad de adquirir Cerebras. Un correo enviado por Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, a Musk y Sam Altman (actual CEO de OpenAI), sugirió que la compra podría realizarse a través de Tesla, empresa de vehículos eléctricos liderada por Musk en ese momento.
Sin embargo, Sutskever expresó dudas sobre este enfoque, destacando que los intereses de los accionistas de Tesla podrían no alinearse con la misión de OpenAI. En un correo anterior, fechado en julio de 2017, también mencionó que se estaban negociando términos para una posible fusión con Cerebras, pero el acuerdo nunca se concretó.
Desafíos y Oportunidades
Cerebras, que ha recaudado $715 millones en capital de riesgo, enfrenta retos significativos. Un cliente en Abu Dhabi representó el 87% de sus ingresos en la primera mitad de 2024, y preocupaciones sobre lazos con China han generado inquietud en el Congreso de Estados Unidos. A pesar de estos desafíos, la empresa busca duplicar su valoración de $4,000 millones a través de una oferta pública inicial (IPO).
Si OpenAI hubiera adquirido Cerebras, podría haber evitado un complicado proceso de salida a bolsa y asegurado un recurso clave para su desarrollo tecnológico. Esta adquisición también habría sido un movimiento estratégico para competir con empresas como Google y Amazon, que ya tienen chips diseñados para cargas de trabajo de IA.
Estrategia Actual de OpenAI
Aunque OpenAI no concretó la compra, no abandonó su objetivo de reducir la dependencia de Nvidia. En lugar de adquirir empresas, la organización ha optado por construir un equipo especializado en diseño de chips y colaborar con firmas como Broadcom y TSMC para desarrollar su propio hardware. Se espera que estos chips estén disponibles para 2026, marcando un paso crucial en su estrategia a largo plazo.
Puede leer también | OpenAI busca una respuesta a sus problemas de derechos de autor
La historia de OpenAI y Cerebras resalta las ambiciones de la industria tecnológica por liderar en el ámbito de la IA. Aunque la adquisición nunca se concretó, esta decisión refleja cómo las empresas están explorando diversas vías para fortalecer su posición en un mercado altamente competitivo. La evolución de OpenAI hacia el diseño interno de chips es un testimonio de su enfoque estratégico para mantenerse a la vanguardia.