Sí, también ha habido espantada de usuarios de GNOME y quizás Ubuntu pueda hacer algo por remediarlo a partir de este año, en el que la nueva LTS de la distribución va a jugar un papel fundamental en la expansión del escritorio a nuevos usuarios. Hay que tener en cuenta que GNOME es, como hemos dicho otras veces, el entorno de facto de GNU/Linux, el más implantado en el ámbito corporativo y el más común en las principales distribuciones de usuario de PC. A pesar de ello, KDE Plasma lleva liderando la tabla popular desde hace un par de años al menos, según hemos podido ver con encuestas como la de MuyLinux o la de Linux Journal, entre otras.
Ahora bien, la “popularidad” de un escritorio, cuyo impacto real es imposible de discernir, ¿a quién le importa? Alguien que disfrute o simplemente que funcione mejor con Xfce o MATE, ¿va a dejar de utilizarlos porque no sean los más populares? Por supuesto que no. Lo anterior es solo una muestra de que incluso con toda la maquinaria apretando a su favor, GNOME no consigue contentar a una mayoría de usuarios. Lo cual no significa nada malo per se. En todo caso, es positivo que en el ámbito de GNU/Linux tengamos proyectos que apuestan por innovar aunque sea poco y a contracorriente, alternativas de sobra para elegir y usuarios exigentes para con sus necesidades.
En MuyLinux hemos criticado a GNOME y Shell por muchas cosas, pero también hemos reconocido cuando lo han hecho bien. Sin compartir varios de los falsos dogmas que rodean al “nuevo concepto”, negar la calidad del software -sí, tiene mil cosas por mejorar, como pasa con todo software- en sus versiones actuales es faltar a la verdad. Y para tapar los huecos de funcionalidad están las extensiones. En conjunto, es mi impresión desde hace tiempo, GNOME Shell ofrece una plataforma de escritorio sólida y solvente, siempre que si no te agrada en un primer contacto, le dediques un rato a ponerlo como mejor te venga.
Pero si he entrecomillado dos veces el término de nuevo concepto, es por algo que ya va siendo hora matizar:
- Ni GNOME Shell está hecho para pantallas táctiles, por mucho que tenga una clara influencia de interfaz móvil;
- ni GNOME Shell representa una evolución profunda del escritorio tradicional, por mucho que haya movido los paneles de su sitio habitual y favorezca el uso del teclado;
- ni GNOME Shell es más minimalista que otros, por mucho que haya quien asocie el minimalismo a lo que se ve por defecto o a la falta de opciones de configuración integradas;
- ni GNOME Shell mejora la productividad que se puede conseguir con otros escritorios, por mucho que haya quien así lo sostenga. Y es que hay opiniones para todos los gustos, muchas de las cuales no se corresponden con la realidad.
Si consideras que mi opinión queda invalidada precisamente por lo que acabo de decir, lo acepto. Pero si tú tienes una opinión y yo la contraria, ¿quién tiene razón? ¿Que cada cuál opine lo que le dé la gana? ¡Faltaría más! Aunque los puntos mencionados aquí arriba son fáciles de comprobar. Lo cual, repito, no significa nada malo per se: GNOME tienen estilo propio, pero eso es todo.
Todo esto viene a santo de discusiones que, aunque parezca mentira, aún se pueden encontrar por ahí a día de hoy. Y a que llevo como un mes usando bastante GNOME Shell en Ubuntu 18.04.1 LTS y, con la distro ya estable, la experiencia con el escritorio es satisfactoria y recomendable… habiéndole instalado Dash to Panel y alguna que otra extensión más. Pero el resultado es lo que cuenta, ¿no?
Fuente: https://www.muylinux.com