¿Ha tomado GNOME el rumbo correcto?

    GNOME Shell se ha convertido en un entorno que no para de generar discusiones entre los usuarios de GNU/Linux. Su innovadora perspectiva le ha granjeado muchos detractores, no solo entre los seguidores de otros entornos, cosa que es de esperar, sino también de personas que han decidido cambiar tras ver el concepto de GNOME 2 desaparecido e incluso gente que ha estado vinculada al proyecto. Un ejemplo de lo último expuesto en el párrafo anterior es el caso de Mingcong Bai, quien ha anunciado mediante carta pública su decisión de abandonar el puesto que ocupaba como miembro de la GNOME Foundation, la organización encargada de dirigir el proyecto. Al parecer, el lanzamiento de GNOME 3.28 ha sido la gota que ha colmado el vaso, diciendo que el proyecto al que ha estado vinculado “podría ser uno de los entornos de escritorio más depurados sobre Linux, pero casi seguro que era uno de los más inconsistentes e imposibles de usar durante un periodo de tiempo prolongado.”

    La justificación de por qué abandona la fundación tiene varios puntos, siendo el primero la eliminación de los iconos de escritorios. Aquí, Mingcong Bai se pregunta qué punto viola los iconos en el escritorio las “pautas de la interfaz humana de GNOME”, algo que achaca a una posible y presunta incapacidad de los desarrolladores de poder desplegar dicha característica en la sesión de Wayland. Independientemente de la postura de esta persona, la verdad es que los usuarios cada vez usan el escritorio más limpio de iconos, y personalmente, no es algo que eche de menos en GNOME Shell (incluso pudiéndolo habilitar). Se puede discutir sobre si es o no una medida extrema, pero los diseñadores y desarrolladores del entorno tienen base y fundamentos de sobra para plantear un movimiento así.

    El menú de Acciones del Usuario está ahora oculto en GNOME 3.28 si hay solo una sesión de usuario o un usuario instalado, por lo que no se puede cerrar la sesión desde ahí o tener un atajo para cambiar la configuración del usuario. Según Mingcong Bai, parece que los desarrolladores de GNOME creen que la “mayoría de la gente” no se acostumbrará a usarlo. Otro blanco de las críticas ha sido Uso, el nuevo monitor de sistema, debido a que “no maneja en absoluto los fallos en los permisos de ficheros, por lo que la creación de una carpeta en la home del usuario sin permisos de acceso hará que la pestaña ‘Almacenamiento’ se congele, sin salida de consola, hasta que compruebo journalctl.”

    Lo siguiente que el exmiembro de GNOME Foundation ha criticado ha sido la calidad de las traducciones. Mingcong Bai menciona fallos como el hecho de que en chino simplificado Tweaks aparezca escrito como Teaks. Reconoce que GNOME tiene a un gran equipo para las traducciones, pero que su trabajo jamás fue valorado dentro de la organización. Además, ha achacando la falta de traducciones de calidad a un “sistema jerárquico, estricto y que funciona mal”. Aquí voy a romper una lanza en favor de Mingcong Bai, ya que en castellano hay fallos que llevan presentes, en algunos casos, bastantes años.

    GNOME es un gran entorno de escritorio y un proyecto innovador Más allá de que las críticas estén más o menos fundamentadas, hay que reconocer los esfuerzos del proyecto GNOME por impulsar la creación de un entorno de escritorio simplificado al máximo, ofreciendo al usuario lo que necesita sin tener que saturarle con una gran cantidad de posibilidades que, para muchas personas, resultan sobrantes.

    Desde hace tiempo GNOME Shell muestra una línea clara de lo que quiere ofrecer, y si los últimos giros que ha dado no gustan a Mingcong Bai, él es libre de tomar el camino que crea conveniente.

    No faltan alternativas

    Si hay algo que no falta en el GNU/Linux de escritorio son alternativas. Además de cantidad, también hay calidad y propuestas muy diferentes que pueden saciar los distintos gustos de los usuarios.

    Para los que quieran potencia y flexibilidad siempre estará Plasma 5, los que busquen un equilibrio entre este y GNOME Shell tienen a Cinnamon, mientras que los más reacios a abandonar GNOME 2 tal y como fue concebido tienen a XFCE y al más conservador MATE.

    El usuario siempre tendrá que usar Windows y macOS de la forma y en los términos que digan Microsoft y Apple respectivamente, mientras que en GNU/Linux es el mismo usuario el que puede establecer cómo y de qué forma utilizar el sistema operativo.

    Fuente: MuyLinux

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